México, 26 Oct. (Notimex).- El Museo Universitario de Ciencias y Arte (MUCA Roma) inaugura el próximo jueves dos exposiciones que cuestionan la construcción actual del mito del arte y del artista, y refrendan el potencial del arte como una herramienta para incidir positivamente en la vida pública.
"Modus Vivendi", que significa literalmente "modo de vida", es curada por Gonzalo Ortega y está enfocada a la historia, costumbres y convivencia de vecinos de la colonia Roma de la ciudad de México, donde se ubica el museo.
Los artistas Erick Hernández, Alfadir Luna, Rubén Miranda y Brenda Ortiz fueron invitados a desarrollar proyectos que involucraran a los habitantes del lugar con el objetivo de establecer vínculos con su pasado histórico y contribuir de alguna manera a la restitución del sentido de pertenencia a la comunidad.
El planteamiento de la exposición responde también al perfil del MUCA Roma como un museo comprometido con su entorno inmediato, un museo de barrio que genera diversos canales para aproximarse a la comunidad y un espacio para la reflexión sobre aspectos que trascienden una visión autorreferencial del arte.
Erick Hernández plantó varios árboles de la especie mexicana "Ahuehuete" (Taxodium mucronatum) que tienen la característica de ser muy longevos. Junto a cada uno, colocó una placa metálica con la leyenda: "Dos mil años después de que hayamos muerto y este barrio haya desaparecido con todo lo que ahora vemos, sin dejar rastro alguno de su existencia, este árbol continuará vivo y con brotes".
En la foto el Artista Visual Erick Hernández
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Hacia el interior del museo se muestran además, 16 canas de ancianos que habitan en la zona. Tanto los árboles como las canas se refieren al inevitable ciclo de mortalidad y renovación de la vida, mismo que nos obliga a pensar que todo aquello que reconocemos como rasgos culturales de una comunidad son efímeros.
Alfadir Luna coordina una serie de eventos en las calles aledañas al museo para acercar a la gente a un momento muy particular de la historia de la colonia, cuando el empresario inglés Edward Walter Orrín parceló los terrenos y denominó a las recién trazadas calles en honor a las ciudades por las que había pasado su compañía circense.
Luna convoca a vecinos de la colonia vinculados al circo y al espectáculo, al igual que a otros interesados, a realizar actos de malabarismo, feria y música que conmemoren este singular acontecimiento.
Los videos documentales de estas acciones, al igual que una maqueta de un circo de la época e información adicional se muestran en una de las salas del museo.
Varios momentos emblemáticos de la historia de la colonia son resaltados dentro de la participación del artista Rubén Miranda, como los primeros asentamientos en el valle de México durante la época prehispánica en un islote de la antigua Tenochtitlán, el entonces barrio de Aztacalco, que hoy es la colonia Roma.
Por medio de una aproximación muy distinta al contexto de "la Roma" Brenda Ortiz construyó varios dispositivos electrónicos móviles para reproducir entrevistas realizadas por ella a algunos vecinos de la colonia.
La edición de las conversaciones se concentra en la difícil experiencia de los vecinos durante el sismo de 1985 y en el debilitamiento de los cimientos de una gran cantidad de casas, después de que varios edificios de construcción más reciente los afectaran y ocasionaran una gran cantidad de derrumbes.
La segunda exposición, "Vine, Vi y Vencí", permite al espectador aproximarse a la historia reciente del arte a partir de dos rutas más o menos claras: la primera dedicada a la construcción de mitos en torno a obras y artistas fundamentales que rompieron con esquemas y abrieron camino.
"Vine, Vi y Vencí", curada por Luis Orozco, ofrece una oportunidad muy concreta para conocer la postura de los artistas sobre el arte actual y su pasado reciente, y plantea, a través de la obra de dos jóvenes creadores, una serie de cuestionamientos sobre la construcción actual del mito del arte y del artista.
Renato Ornelas (Ciudad de México, 1975), cineasta de formación, utiliza este lenguaje para poner en tela de juicio la estructura de piezas clave del performance y el video de principios de los años 70, tales como I'm too sad to tell you, del holandés Bas Jan Ader, o Shoot, de Chris Burden, nacido en Boston, EUA. Éstas son despojadas de su estatus de mito artístico del siglo XX.
Rodrigo Quiñones (Ciudad de México, 1981) traslada desde la ciudad de Mérida su proyecto Da Burn Gallery, que consta de un espacio físico y uno virtual. En el primero exhibe y quema la obra de artistas invitados, en el segundo recupera el registro de estas acciones.
Además de transportar Da Burn Gallery al MUCA Roma, propone una serie de dibujos a muro. Allí, a manera de caricatura, cuestiona la "formalidad" de (en) la obra de artistas locales disparados a la escena internacional a través de procesos más cercanos al "show bussiness", que a los parámetros con los que se validan o juzgan las obras de arte convencionales.
Tanto Ornelas como Quiñones comparten otra característica como creadores: su interés en la fórmula que implica el trabajo en colaboración. "Vine, Vi y Vencí" no es la excepción, ambos artistas han colaborado entre sí a distancia.
Notimex.
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